25 diciembre, 2011

MERRY CHRISTMAS!

Día de Navidad. Todo tranquilo. 
Gracias a la receta de mi madrina el tradicional "Pollastre de Nadal" estará presente en mi mesa para rememorar mis raíces y recordarme todas las cosas buenas que tiene la tierra de mis antecesores. Estoy segura de que no soy la única persona  en NYC preparando comida catalana de Navidad. La comunidad catalana en Manhattan es amplia, y hemos conocido ya a bastantes de los que la forman. La semana pasada, por ejemplo, lleno total en la proyección de "Pa Negre" en el Lincoln Center.


Nochebuena cibernética. Nuevos modelos, grandes experiencias.
Espectacular comida-cena de Nochebuena ayer, éramos 3 comensales, pero realmente éramos 13. En nuestra cabecera de la mesa vestida para la ocasión teníamos nuestro Mac, conectado vía Skype a nuestra familia en Barcelona. A este lado del Atlántico, mi madre, Fer y yo. Al otro lado, en la península, mi padre, mi hermana, mi abuela y toda mi familia paterna. Me encantó poder pasar el tiempo de una noche tan especial como si estuviéramos juntos. El único detalle a mejorar... ponernos de acuerdo en los platos a degustar y comer-cenar al mismo tiempo, las mismas cosas y compartiendo la conversación como ocurrió ayer.


Preparando las fiestas. Los mejores momentos. 
Salir a otear la decoración navideña...


Disfrutar de las "atracciones" más neoyorkinas...


En definitiva, unas nuevas Navidades, diferentes... pero, por el momento, ¡muy divertidas! Cierto es que he echado mucho de menos a mis sobris... especialmente a Marta, que todavía no la he podido achuchar cibernéticamente. Y a todos vosotros mis queridos amigos, que tantos buenos momentos me habéis dado en algunas Navidades menos felices que estas. Pero así es el camino de esta nueva vida que hemos emprendido.

Veremos que nos depara el año nuevo... Os emplazo hasta entonces, y espero que seáis felices estos días. Especialmente a mis "barriguitas".


15 diciembre, 2011

AROUND THANKSGIVING

Cada vez que pregunto a un americano cuál es su fiesta favorita, responde: "Not doubt, Thanksgiving". Cuesta entender la respuesta si no has vivido aquí, porque es una fiesta que los europeos, por lo general, sólo conocemos a través de las películas. Pero realmente, después de este año, creo que he comprendido la respuesta. En este país, el Día de Acción de Gracias, es como para la mayoría de los españoles la Nochebuena. No nos gusta que alguien a quién queremos pase solo ese día, todos desean estar alrededor de una gran mesa compartiendo sabrosas viandas, rodeados de la familia, haciendo una sobremesa larguísima charlando alrededor de los dulces...
Eso es Thanksgiving, una fiesta para todos los americanos y culturalmente americana, no la han importando, no la han aprendido, la han creado ellos mismos. Se remonta a una antigua historia entre los colonos y los indios, un símbolo de compartir estas tierras, una fiesta familiar de felicidad. Y por eso la adoran.

De lo que he estado sumamente agradecida este día de Acción de Gracias, es de que la familia de Kathleen (la esposa de mi querido amigo Álvaro) nos invitara a pasar ese día con ellos. Doce personas sentadas alrededor de una mesa, en una cena que comenzó alrededor de las 15.30h (y sí, ¡he dicho cena!) y se alargó hasta más allá de las 19.30h. Mucha comida, toda servida a la vez, para pasar el mayor tiempo posible juntos en la mesa (no está bien que la cocinera se pierda la cena), con los típicos ingredientes como el pavo, la salsa de arándanos rojos, el puré de patatas, la tarta de manzana o el suflé de calabaza...

Yo puse mi granito de arena y llevé una cestita llena de dulces navideños españoles, pero había tanta comida y sobre todo tantos postres que fuímos incapaces de probar un sólo trocito de turrón.

Como imaginaréis entre probar la tarta de manzana, el souflé de calabaza o el bizcocho con pasas, y comer los mismo turrones de cada año... ¡No sería yo si no hubiese preferido probar todas aquellas tartas cocinadas por los anfitriones!.
Fue una gran "cena", tal como me gustan las cenas de Nochebuena, mucha gente alrededor de la mesa, comida rica cocinada en casa, y más de dos horas de sobremesa charlando sobre la vida, anécdotas familiares y viajes... Me sentí como en casa, y creo que eso es lo mejor de este fantástico día. Los americanos te acogen y te hacen sentir como en casa, tal y como los indios primitivos hicieron con los primeros colonos de la Costa Este.
¡Preciosa experiencia! Doy gracias por ella.

24 noviembre, 2011

THIS IS 35...

Treinta y cinco. ¡Jolines! parece que fue ayer cuando terminé la universidad y ya han pasado más de 10 años. Cuando era pequeña solía pensar que estaría haciendo a los 25 años, ¿y a los 35?, pensar más allá me parecía difícil, porque era obvio que más de 35 era... ¡¡MAYOR!! y cuando eres adolescente huyes de pensar en "tu vejez". Pues en todos mis pensamientos jamás imaginé que los 35 los cumpliría en New York, la ciudad de los rascacielos. Y la verdad es que ha sido un cumpleaños especial repleto de pequeños detalles geniales. 

El fin de semana anterior a mi cumpleaños tuvimos una comida en casa de una compañera de la facultad, una amiga Koreana que nos invitó a su casa a probar un menú típico de su país. Y todos los que asistían a la comida se pusieron de acuerdo para hacerme un regalito y me sorpredendieron con una original tarta de cumpleaños en forma de taza de capuccino.

El día de mi cumpleaños fue divertido. Cuando llegué a clase mi compañera española les dijo a todos que era mi cumple y la profesora nos hizo poner de pie, en círculo y les pidió a todos que me cantaran el "Happy Birthday", así que de pronto me pareció que cumplía 15 años y estaba en el patio de mi instituto con todas mis amigas rodeándome. ¡Había olvidado la experiencia! Por mi parte yo había comprado chocolatinas y las repartí entre mis compañeros (como cuando estábamos en el colegio), fue divertido. Además varios de mis compañeros me trajeron regalos, más majos... Unos pastelitos de Magnolia Bakery, una pulsera de plata, un té chino de jazmín... ¡Me encantó!

Luego Fer me llevó a cenar a un italiano muy romántico, con velas en las mesas y horno de piedra. El ambiente era fantástico y tuvimos unas horitas muy agradables.

El sábado 12 llegó la parte "fashion" del cumpleaños. Mi hermana me había regalado un crucero nocturno alrededor de la isla de Manhattan, con cena, vino y baile. La experiencia estuvo bastante bien, la mayoría eran "visitors" pero el crucero nocturno mereció la pena. Nuestra mesa estaba muy cerca de los ventanales e íbamos viendo el skyline de Manhattan...

 
Además podías levantarte de la mesa y salir a la cubierta a disfrutar mejor de las vistas, cosa que hicimos al llegar al lado de "Lady Liberty", para poder verla más de cerca. Estaba preciosa, tan iluminada, tan enorme... ¡El pedestal es casi tan grande como ella!

La cena estuvo bien, los primeros platos estaban bastante ricos (pudimos elegir de un menú variado) y los segundos eran un poco irregulares, pero yo pedí uno que estaba riquísimo,  Fer no tuvo tanta suerte, pero como él se lo come todo no hubo problema. Mi postre, como no podía ser de otra manera, fue una New York Cheesecake.

El paseo en barco es muy recomendable, nosotros ya lo hicimos hace cuatro años de día, y esta experiencia nocturna nos encantó. Terminas de cenar, subes a cubierta y te encuentras entre medias de Manahttan y Jersey City, con sus edificios iluminados, la brisa acariciándote en la cara y unos sofás comodísimos desde donde contemplar toda la ribera. Además en cubierta se podía oir la música que había en la zona de baile, así que Fer y yo pudimos "bailar pegados" una canción romántica.

Y de esta forma los 35 fueron llegando y pasaron. Ha sido una semana de celebración que creo que nunca olvidaré.

04 noviembre, 2011

HAPPY HALLOWEEN!!!!

Os aseguro que no basta con verlo por TV o con mirar la página web (www.halloween-nyc.com), meterse de lleno en el día de Halloween en este país es una EXPERIENCIA. Por supuesto, esto no se prepara en unas horas, llevamos casi un mes viendo transformarse la ciudad para tan americana fiesta, bueno realmente Halloween es una fiesta Celta, pero con la magia del marketing se convirtió en lo que es hoy gracias a los estadounidenses.
 
Mi primera sorpresa fue abrir el correo y encontrarme que la tienda de animales donde compramos el pienso de Kira y Tula, me enviaba un bono descuento para descubrir esto que estáis viendo a la derecha... ¡sin palabras!

A los pocos días, nos anunciaban en la facultad que con motivo de Halloween se iba a celebrar una fiesta para todos los estudiantes la tarde del 30 de octubre (bueno tarde, la fiesta era de 15h a 17h, pero lo que estos neoyorkinos llaman tarde es otra historia que debe ser contada en otra ocasión). "Bueno -pensé- al menos los miles de dólares que pago por estudiar en esta universidad merecerán la pena si tenemos una fiesta gratis..."
Claro que no pensé yo que se lo iban a tomar tan en serio. Alucinada me quedé cuando la semana antes de Halloween, la profesora de los lunes nos dijo que podíamos ir disfrazados a clase si queríamos. Osea que entre que la tienda de mascotas me hacía descuento en disfraces para mis gatas y mi profesora me dejaba ir disfrazada a clase todo empezaba a apuntar hacía una dirección sin salida... ¡DISFRAZARSE!

La nieve me salvó de mi primera fiesta de disfraces, con los compis de Fer, en un club bastante chulo donde la única condición para entrar era ir disfrazado. Pero la fiesta era el sábado 28, el día de la gran nevada, así que la niña segoviana se rajó. Pero el niño almanseño se adecentó y se marchó de fiesta. Y cuando digo se adecentó es que se puso muy, pero que muy guapito, y sino juzgadlo vosotros mismos.

Todo hecho un gentelman inglés del siglo XVIII y además de estar muy guapo iba bien pero que bien abrigadito, porque ese día hacía una rasca en esta ciudad...

El domingo volvió a lucir el sol y mi pensamiento de ir a la "Parade" de Manhattan en el Village me volvió a parecer una buena idea. Así que el lunes me levanté media hora antes para maquillarme de forma adecuada con el día. Salir de casa a las 8h de la mañana y encontrarme niños disfrazados fue todo uno, el ambiente señalaba una única dirección: H A L L O W E E N
La clase fue divertidísima, leímos a Poe, la profesora nos trajo caramelos, algunos iban disfrazados (el mejor un compañero que se disfrazó de teletubi). Y después de las clases nos fuimos a la fiesta en el aula 236 (que es el aula donde ocurren todos los eventos que se hacen en mi edificio). La decoración fue la caña y todos íbamos muy... acorde con la temática.

Fue un rato divertidísimo, y yo por un momento pensé que me estaba convirtiendo en la novia de la muerte, tan blanquita, tan de negro y tan cerca de ella...

Pero entre que si la muerte es un poco "fría", que si está más en los "huesos" que Fer y que mis compañeras de clases me reclamaban... Finalmente cambié mi plan y me hice con el único artículo que me faltaba para convertirme en lo que de naturaleza siempre he sido un poco... una brujita a contraluz ¡con su gorro incluido! Gorro, que por cierto, no tenía desperdicio, si presionabas una parte del ala cantaba: "Happy Halloween!"





22 octubre, 2011

JUST STUDENTS!

Cuando a Fer le empezó a barruntar la idea de hacer un máster y volver a ser, durante un año solamente un estudiante, yo le decía: "cariño, ¡qué valor!, yo creo que estoy demasiado mayor para estudiar otra vez". Después de mis 8 años de universidad (3 de Matemáticas y 5 de Publicidad), me parecía impensable ponerme otra vez con los libros encima de la mesa o llevarme el trabajo a casa (homework).
Más tarde, por avatares de la vida, decidimos que la mejor opción para comenzar la vida juntos en New York era que yo también me convirtiera en estudiante, con un lindo visado de estudiante (VISA F1). Así que, ahora somos una pareja de estudiantes algo avanzados de edad, viviendo en Manhattan. Y ahora que lo he recordado estudiar mola; aprender, conocer gente...


Y para muestra, nuestros identificadores de estudiantes:


Aquí sin tu ID es imposible acceder al edificio de la facultad.


Mis clases son en el Woolworth Building, un edificio espectacular de estilo gótico con una de las decoraciones en mármol más lujosas de todo Manhattan, y cuyo acceso a los turistas fue cerrado hace unos años. Pero yo, cada día paso por él y antes de acceder tengo que enseñarle al vigilante mi "Student ID". Es bastante gracioso, porque el primer día de clase nos dieron un librito con las normas de la facultad y una de ellas es que no podemos hacer fotos del "lobby", nos explicaron que era una norma del edificio, no de la facultad.

El edificio es muy alto, de hecho durante dos décadas después de su construcción fue el edificio más alto del mundo. Mi facultad de NYU sólo ocupa 4 plantas (las 4 primeras) y las clases del primer piso tienen ventanales que dan al lobby, una pasada de chulo. Con sus pináculos góticos, sus suelos de mármol... pero siento decir que no os lo puedo enseñar, las normas son tajantes al respecto y sólo faltaría que me expulsaran porque alguien vio mis fotos del lobby en el blog de internet! 


En este país en muy importante que todos los documentos de identificación lleven fotografía (los que me conocéis os imaginaréis que estoy encantada con este hecho), el ID number de la universidad con foto, las tarjetas de crédito o débito con foto, el carné de conducir con foto, etc. Pero eso sí, cuando te vas a hacer el documento, la foto te la hacen allí mismo y de forma digital, así que se acabó el tener que ir a un fotomatón a hacerte las fotografías del tamaño solicitado. Tú vas al banco a pedir tu tarjeta de crédito esperando una tarjeta convencional y lo primero que te dicen es: smile!, y zasca!, foto al canto. Luego vas a la universidad, al ID building (que en mi universidad tienen un edificio que sólo se dedica a hacer tarjetas de ID) y te dicen pasa primero por aquellas mesas de allí, y entonces una señora muy maja te dice: smile!, y zasca!, otra foto. Y así en todos los sitios.


Claro, el hecho de que cada tarjetita lleve su foto hace que, por lo general, no te la puedan entregar en el momento. Pero como es súper importante el servicio al cliente, cuando tú pides algo quieren que lo tengas en ese mismo instante, así que lo primero que hacen es darte una tarjeta provisional, sin tus datos definitivos y sin la foto. Así que ahora tengo una tarjeta de débito provisional y la definitiva (sin foto y con foto), ID number de la uni provisional y definitivo (sin datos personales ni foto y con datos personales y foto). Eso sí, en teoría cuando te llega la tarjeta definitiva debes destruir la provisional; lo que pasa es que yo he pensado que la provisional de la universidad, me va a venir muy bien para cuando venga alguien a visitarme, así le podré enseñar el lobby de mi edificio!! ¿Qué sería de nosotros sin la picaresca española? ¡¡Bendito Lazarillo de Tormes!!



14 octubre, 2011

PROCESS OF MOVING...

Creo que este año he hecho la peor mudanza de todas y llevo unas cuantas (no tantas como mi abuela, pero bastantes). Empezó allá por mediados de julio y todavía no ha terminado, pero bueno, ya estamos aquí, en nuestro destino final, y todo va tomando forma. Por fin nos sentamos en sofá, comemos en mesa, hemos dejado de tener los ordenadores en el suelo y estudiamos sentados en sillas!!! Todavía nos quedan algunas cositas, pero entre esta semana y la que viene nos haremos con ello, y entonces por fin habrá acabado esta mudanza de más de 3 meses. Que desde esta web quiero compartir con vosotros.

Lo primero de todo, voy a presentaros a mi edificio:









Es un edificio de nueva construcción, 12 plantas, con lavandería en el último piso, portero 24 horas y, por supuesto, ascensor.
Nosotros vivimos en el séptimo, pero nuestras ventanas dan al otro lado. Es una zona poco bulliciosa, con muchos servicios (metro, bus, varios supermercados, bancos, etc.) y bastante agradable para vivir, eso sí en el centro, en el centro, no estamos.



Los apartamentos los alquilaban sin amueblar, sólo con cocina y baño y un par de armarios empotrados bastante amplios. Así que cuando Fer llegó, el 30 de agosto, lo primero que hizo fue comprarse una cama, porque sino le tocaba dormir en el "santo suelo". Eso sí, la casa está nuevita, la hemos estrenado nosotros, es muy luminosa (las ventanas dan al este), la cocina tiene armarios para aburrir y el suelo es de parqué... Para muestra un botón:

La cocina americana vista desde nuestro luminoso salón.

Con estos magníficos suelos diafános empezó Fer su vida en nuestro apartamento. Claro que el pobre después de varios días estudiando, comiendo y durmiendo sobre la misma superficie (la cama), decidió montarse su propia zona de estudio, cómoda donde las haya. Y al día siguiente de llegar yo a Manhattan, mi salón tenía esta "glamourosa" zona de sofá y mesa de estudio.

Claro que no sé que fue peor, si este aspecto pauperrimo a la par que incómodo, o 10 días después cuando llegó el camión de mudanzas con todas nuestras cosas. Cuando vinieron a recogerlo a Madrid parecía que no se llevaban nada, apenas 30 cajas y cuatro cosillas como un sofá-cama, una mesa, un par de baúles, alguna silla... vamos lo básico para un par de estudiantes viejunos como nosotros. Ahora bien, cuando llegó aquí, después de casi 3 semanas viendo la casa totalmente vacía, parecía esto un almacén, las cajas lo ocupaban todo, y nuestra vida parecía un círculo que empezaba y terminaba buscando, sacando y guardando cosas en cajas. La pregunta que más hemos repetido en este último mes ha sido, "¿Te acuerdas si esto está en alguna caja o lo dejamos en el guardamuebles?"

Vista del comedor desde la cocina
Ahora nuestra casa va tomando forma y ya parece que vamos teniendo una vida algo más cómoda aquí. Espero poder enseñaros el apartamento con detalle en próximas entradas, por el momento seguimos trabajando en ello.

11 octubre, 2011

NICE TO MEET YOU!

Después de casi un mes por fin ve la luz este pequeño resumen de mis andanzas en la Gran Manzana. No se trata de un diario, tampoco de un libro epistolar, solamente un pequeño cúmulo de noticias y fotos de toda esta nueva vida que he emprendido junto a "mi Fer" en esta maravillosa ciudad de la que, por el momento, no me he desenamorado.

Desde lo alto de las azoteas de Manhattan os contaré lo que veo, lo que oigo y lo que me pasa, y os enseñaré todo lo que sea capaz de fotografiar con mi iPhone, pues ya sabéis que las cámaras de fotos y yo no somos muy amigos. Lo primero que quiero enseñar es, por supuesto, las vistas desde mi azotea (des de el meu terrat), 3rd Ave. dirección sur, ¿se puede pedir algo más a mi nueva y pequeña casa?


Las azoteas en esta ciudad son los mejores secretos que guardan los edificios, esta foto la hizo Fer desde nuestro "terrat" hace dos fines de semana, y ¡mirad que cielo! parece retocado, pero no lo es. Como dato, sabed que fue a las 9h de la mañana de un domingo, parece mentira, pero aquí nos ha dado por "madrugar".